Reflejada en ti, de Sylvia Day

¡Hola, hola! Hoy les traigo la segunda parte de esta novela que integra el boom erótico que vivimos (o sufrimos) últimamente...

Comienza así...

Amaba Nueva York con la enardecida pasión que resevaba sólo para una única cosa en la vida.

Eva Tramell y Gideon Cross tendrán que luchar con todas sus fuerzas para que su historia de amor triunfe. La desmedida atracción física que existe entre ambos juega a su favor, pero las tentaciones carnales no están hechas para los que les gusta bailar con el diablo, y el tormentoso pasado de ambos tampoco les ayudará a conseguir tener la típica relación romántica. Eva y Gideon lucharán por tener su final feliz, pero ni esto es un cuento de hadas ni ellos son personajes de fábula, ¿Será suficiente su amor para seguir juntos, o su futuro pasa por camas separadas?

Sinceramente, la primera parte de la novela me aburrió un poco, razón por la que haya tardado tanto en traeros esta reseña.

La secuela empieza justamente por donde la había dejado la escritora en No te escondo nada, lo que permite que recordemos cómo había quedado todo.

Sin embargo, si había momentos en los que Gideon me caía mal en la entrega anterior, aquí predominan. Gideon se vuelve demasiado protector, posesivo y asfixiante, desde mi punto de vista. Supera bastante a Christian, la verdad. Y claro, a mí me estaba poniendo de los nervios, especialmente cuando Eva no le paraba los pies al obsesionado de su novio. Afortunadamente, poco a poco vemos cómo se va abriendo a la protagonista y descubrimos cuál es el trauma infantil de Gideon (yo me lo esperaba peor, la verdad, aunque eso no quita que sea fuerte). Hay dos escenas entre ellos donde Gideon te emociona y con las que te dan ganas de abrazarlo.

Eva también cambia bastante, comportándose de una manera que me ha sorprendido, ya que ella también puede ser egoísta e incluso vengativa. Cierto hecho me ha gustado mucho, puesto que no estamos acostumbrados a que la protagonista de una novela como esta actúe así (¡hurra!). Los que se lo han leído saben a lo que me refiero.

Las escenas de cama siguen siendo numerosas y ardientes, y las veremos más porque es la forma de estos dos de evitar o solucionar las discusiones. También la escritora sigue empleando ese vocabulario informal y algo obseno de siempre.

En cuanto a los personajes secundarios, aunque la escritora vuelve a desperdiciar, desde mi punto de vista, el potencial de Cary, conoceremos a varios hombres importantes en el pasado de Eva, cosa que no alegrará tanto a Gideon. Especialmente por culpa de Brett, antiguo novio de su querido amor... También podremos saber cómo es el padre de Eva, un personaje que a mí me ha encantado y del que espero saber más en la última entrega.

Al principio de la novela ocurre algo que nos pone alerta, pero que olvidamos más adelante por otros líos y que hará que cuando queden unas cincuenta páginas de libro, la trama de un sorpresón que nos cogerá desprevenidos después de tanto sexo, y que añade bastante suspense a la novela. Suspense que nos dejará con un final que a los lectores gustará o escandalizará. Yo no estoy segura en qué grupo me encuentro... ¿Y ustedes?

~ Spoilers ~

La verdad es que tenía bastante claro que Nathan era lo que la madre de Eva había visto, pero a lo largo de la novela lo olvidé por completo. Me tuvo bastante mosqueada el comportamiento de Gideon, pero jamás se me ocurrió lo que estaba tramando. Eso sí, no me esperaba el asesinato, puesto que me había hecho a la idea de que Nathan secuestrara a Eva y acabara salvándola Gideon. Respecto a su papel en todo esto, no es que me escandalizara (el tío bien se lo merecía), pero no sé cómo me siento respecto a que fuera Gideon el ejecutor...

~ Fin de los spoilers ~

En fina, que Reflejada en ti tarda un poco en arrancar pero, una vez lo hace, depara varias situaciones que pondrá a prueba la relación entre Gideon y Eva y que nos dejarán con la boca abierta. Espero con muchas ganas la tercera entrega, que promete un final movidito.

-No sé cómo alejarme.

-Shh...

-Te haré sufrir. Ya lo estoy haciendo. Tú te mereces algo mejor.

[¡Agradecimientos a Espasa!]