La Corte de los Espejos, de Concepción Perea

¡Hola, queridos seguidores! ¿Qué tal va enero? Yo aún no tengo que volver a clase hasta casi febrero, pero sé que muchos están de exámens, ¡así que mucha suerte a todos! Yo vengo hoy con un libro que terminé el año pasado, pero que no había tenido tiempo de reseñar... ¡Gracias a Laura Camaleón por prestármelo! =)

Comienza así...

Nadie creía a Nicasia capaz de silbar, o siquiera de sonreír. Claro que Nicasia nunca hacía estas dos cosas en público. La mayoría de las hadas piensan que goblins y knockers careceren de sentido musical, pero Nicasia tenía buen oído y un talento natural para no desafinar que habría sorprendido a más de uno.

 
Editorial Fantasy ~ 672 páginas 

Primera parte de una bilogía

La Corte de los Espejos es la capital y el corazón de TerraLinde, un reino donde las hadas no creen que los humanos existan, una vieja ciudad que fue decisiva durante la Guerra de la Reina Durmiente. Han pasado años desde ese cruento conflicto que dejó tras de sí una paz delicada, una larga lista de rencores y un trono inestable. Una guerra que aún divide a los Aen sidhe, los orgullosos gobernantes, y a los gentiles, hadas sin títulos ni privilegios.

En esta ciudad viven Nicasia, una knocker del gremio de ingenieros, y Dujal, un phoka demasiado aficionado al riesgo. Ambos llevan años enzarzados en un particular pulso de poder que no acaba de resolverse y en el que Marsias, un apacible sátiro dueño de un burdel, trata de mediar como puede. El asesinato de Manx, tutora de Dujal y compañera de armas de Marsias y Nicasia, los obligará a unirse para encontrar a los culpables. Juntos emprenderán una investigación que los llevará desde los bosques de los centauros hasta las montañas de TocaEstrellas, habitadas por los feroces goblins. Siempre perseguidos por la larga sombra de la misteriosa Dama RecorreTúneles y los bien guardados secretos de Nicasia.

Este 2013 que ya ha pasado he tenido varias novelas de escritores españoles que han encabezados los primeros puestos de mis mejores lecturas, y esta novela se encuentra entre ellas.

El libro está dividido en dos partes. La primera, la más interesante para mí, me la terminé en dos días y es genial; la segunda, es buena también, pero más lenta. Aunque me ha encantado el final.

Nicasia es una muy buena protagonista, de las más interesantes, poderosas y admirables que he tenido la suerte de leer en mi corta vida (y, sin duda alguna, la que más ha sufrido de todas).  Los personajes secundarios están muy formados y construidos. Entre mis favoritos se encuentran Dujal y Marsias, adorables y divertidos.

Me ha parecido reseñable un aspecto de los personajes, en concreto sus inclinaciones sexuales, donde la escritora ha creado un ambiente muy interesante y natural; cosa que suele parecer forzado en la mayoría de los libros. 

Otra aspecto que me ha gustado es que la autora no ha tenido miedo a la hora de usar la guadaña con sus personajes, algo que me parece bastante valiente, aunque yo haya sufrido tanto en ocasiones.

Lo único que he echado en falta ha sido una guía de personajes o de razas, porque el lector puede olvidarse de las características de cada raza a lo largo de la novela y no poder imaginársela correctamente. Además, hay tantos personajes que uno va perdiendo la cuenta de quién es quién y quién está relacionado con quién.

En resumidas cuentas, La Corte de los Espejos me ha gustado mucho más de lo que esperaba, especialmente cuando yo no soy una gran fan de la fantasía. Es una novela entretenida, con un mundo bien construido y tan adictiva que no podrás soltarla. Me siento orgullosa de que la escritora sea española, yo ya me he hecho fan de Concepción Perea. ¡Espero con ganas la segunda parte! Y dentro de poco entrevistaré a la autora, ¡no se lo pierdan! =)

[4.75]

-No podemos llamar la atención. Cámbiate la maldita ropa.

-¿Qué harás si me niego? ¿Vas a venir tú a desnudarme? -replicó mientras se tapaba con falso pudor-. No digas que no te gustaría...

Un disparo le rozó la sien izquierda dejando un ligero olor a pelo quemado.

-Vale -consintió Dujal-. Me cambio.