Me encontrarás en el fin del mundo, de Nicolas Barreau

Aunque La sonrisa de las mujeres me decepcionó un poco, decidí darle una segunda oportunidad. No estoy segura de que le dé una tercera...

COMIENZA ASÍ...

Mi primera carta de amor acabó en una catástrofe. Yo tenía entonces quince años y cada vez que veía a Lucille casi me desmaya de amor.

El atractivo Jean-Luc Champollion es el propietario de una galería de arte en París. Acostumbrado a tener éxito con las mujeres, su única ambición es disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas y de Cézanne, su adorado perro dálmata. Un día, Jean-Luc recibe una misteriosa carta de amor... sin remitente. Intrigado, acepta el juego que le propone la desconocida y, sin pensárselo dos veces, inicia con ella una deliciosa correspondencia por e-mail. Por supuesto, lo único que quiere es descubrir la identidad de esa mujer que tantos detalles conoce de su vida y a la que nunca ha visto en persona... ¿o tal vez sí? Evidentemente, el destino tiene otros planes...


Hmmm. Hmmmmm. Hmmmm. No ha acabado de convencerme. Aunque la pluma del autor me gusta, es decir, escribe bien y tiene un par de reflexiones interesantes, me ha costado un poco terminar el libro.

Creo que ha sido en parte por el protagonista, el Duc. Sí, me ha caído mal. Me ha parecido un poco prepotente, un creído, vamos. Y sin razón de ser, porque no veo nada especial en él, sinceramente.  No logré conectar con el personaje.

Además, me fastidia que los dos libros de este señor ocurran en París. Nunca me ha llamado especialmente esa ciudad, no me inspira nada, no sé por qué. Pero como una historia en ella suele ser casi un éxito asegurado, entiendo que la haya elegido. Sin embargo, digo yo que hay más ciudades en Francia, ¿no? Eso sí, es una perfecta guía turística para los amantes de la ciudad del amor. ¿Por qué se limita siempre a la misma ciudad? ¡Yo quiero conocer otras ciudades francesas!

Luego están los personajes secundarios -que son bastantes-, pero que se desaprovechan, me parece a mí. Y son demasiados, yo me liaba con los nombres.

No obstante, algo bueno es que durante toda la novela estaba convencida de que sabía desde el principio quién era la Principessa. Pero me equivoqué. Reconozco que durante una breve fracción de segundo que sospeché que me equivocaba y atiné a la hora de cambiar de personaje femenino, pero fue muy por el final. Y eso le ha sumado puntos.

Las cartas o emails que se intercambian fueron lo mejor de la novela, y eso que algunas veces me parecían un poco petulantes e infladas. Aún así, cuando se descubre la identidad de la admiradora secreta, me dejó un poco fría, y es que, en realidad, tampoco veo nada especial en ella. Casi pasa desapercibida en toda la historia.

En resumidas cuentas, Me encontrarás en el fin del mundo es una novela entretenida, corta, que se lee en nada y que gustará a los amantes de la Ciudad de las Luces. Sin embargo, personalmente, no me ha llegado a conquistar debido a la poca conexión que he sentido hacia el protagonista y sus personajes. 

[3.75]

Así pues, ¿quedará para mí alguna palabra de amor o pensamiento apasionado que no haya sido escrito o pensado antes por otra persona? Me temo que no. Todo se repite, está usado y apenas causa asombro cuando se observa desde fuera. Y, sin embargo, todo parece nuevo cuando se experimenta en uno mismo, y la sensación es tan arolladoramente hermosa que se cree haber descubierto el amor.

[¡Agradecimientos a Espasa!]