Uno de los primeros libros de erótica que leí fue escrito por esta escritora y, sinceramente, me pareció muy flojilla la historia comparada con las de otras escritoras igual o más famosas, como Julie Garwood y Karen Marie Moning. Sin embargo, no sé por qué, la sinopsis de esta novela me llamó la atención y me alegro...
Comienza así...
- La situación de su alteza real debe de ser verdaderamente desesperada si tiene que convocar a la flor y nata de su corte simplemente para deleitarse en el esplendor reflejado.
Tristan Wemyss, Conde de Trentham, nunca se hubiera esperado que
necesitaría casarse en un año ya que de lo contrario perdería el derecho
a percibir su herencia. Él no es de los que aceptan los dictados de las
madres casamenteras; se casará con una dama de su propia elección y
esta es su encantadora vecina. Miss Leonora Carling tiene espíritu y
pasión pero desafortunadamente, el matrimonio es el último de sus
pensamientos.
Para Leonora, los besos de Tristan son muy tentadores pero, cual gato
escaldado huyendo de agua fría, ella rechaza la boda. Tristan, que es
un luchador veterano, no aceptará su negativa y cuando un hombre
misterioso entra en la casa de Leonora y asusta a los que allí residen,
Tristan se da cuenta de que tiene la excusa perfecta para ofrecerle sus
servicios: como protector, seductor y marido.
La historia comienza con un grupo de antiguos espías de la corona que, tras volver a sus hogares, se encuentran con inesperadas y muchas obligaciones: títulos recién heredados, uan buena fortuna, parientes de los que cuidar. Y, según las normas sociales, es hora de que sienten cabeza, por lo que deberán encontrar esposa cuando antes. Pero claro, acostumbrados a afrontar las cosas como si estuvieran en el campo de batalla, deciden hacer un club donde intentarán encontrar con la ayuda de todos, un objetivo (es decir, una mujer tranquila, que no les dé demasiados problemas) y una estrategia para conquistarlo sin muchos problemas. Así es como Tristán y los demás deciden alquilar y donde el primero conoce a su vecina, Leonora.
Leonora ya tiene veintiséis años y está sin marido, la sociedad la califica como una solterona. Su momento para casarse se ha acabado ya, por lo que se ha ocupado de hacerle la vida más fácil a su tío y hermano, unos despistados eruditos. Pero, lejos de estar deprimida o amargada, ella se siente feliz mandando, siendo totalmente independiente y dueña de sí misma.
Tristan es un hombre que solo quiere una vida tranquila y crear una familia con una mujer respetable y que no le traiga demasiados quebraderos de cabeza. Sin embargo, ese deseo va a estar difícil, pues al conocer a Leonora para ayudarla a resolver cierto misterio, se siente atraído por ella y Leonora es justo lo contrario de lo que deseaba: es valiente, cabezota, mandona y con carácter.
Si no les gustan las novelas eróticas fuertes como Cincuenta Sombras de Grey o No te escondo nada y prefieren las tradicionales, las de toda vida, este libro es el que buscan. Hay aventura, misterio, momentos divertidos y erotismo.
Respecto a la narración, la escritora nos cuenta la historia desde un narrador en tercera persona observador, por lo que sabremos lo que siente tanto Tristán como Leonora en todo momento.
En cuanto a los personajes secundarios son bastantes, aunque la historia se centra tanto en los protas que apenas sabremos demasiado de ellos. Eso sí, esta saga seguirá con los compañeros del protagonista, y hay uno, Charlie, que me ha llamado bastante, por lo que tengo muchas esperanzas puesta en las continuaciones.
La verdad es que el libro se lee en nada y la narración de la escritora es buena, ágil y divertida, y en cuanto a las escenas de cama, un poco cursi si comparamos con lo que está rompiendo en este género en la actualidad, pero en ningún caso aburrida. Aunque, para variar un poco, los protagonistas no son tan puritanos como para esperar a una boda para tener relaciones, lo que ciertamente me sorprendió gratamente.
La historia comienza con un grupo de antiguos espías de la corona que, tras volver a sus hogares, se encuentran con inesperadas y muchas obligaciones: títulos recién heredados, uan buena fortuna, parientes de los que cuidar. Y, según las normas sociales, es hora de que sienten cabeza, por lo que deberán encontrar esposa cuando antes. Pero claro, acostumbrados a afrontar las cosas como si estuvieran en el campo de batalla, deciden hacer un club donde intentarán encontrar con la ayuda de todos, un objetivo (es decir, una mujer tranquila, que no les dé demasiados problemas) y una estrategia para conquistarlo sin muchos problemas. Así es como Tristán y los demás deciden alquilar y donde el primero conoce a su vecina, Leonora.
Leonora ya tiene veintiséis años y está sin marido, la sociedad la califica como una solterona. Su momento para casarse se ha acabado ya, por lo que se ha ocupado de hacerle la vida más fácil a su tío y hermano, unos despistados eruditos. Pero, lejos de estar deprimida o amargada, ella se siente feliz mandando, siendo totalmente independiente y dueña de sí misma.
Tristan es un hombre que solo quiere una vida tranquila y crear una familia con una mujer respetable y que no le traiga demasiados quebraderos de cabeza. Sin embargo, ese deseo va a estar difícil, pues al conocer a Leonora para ayudarla a resolver cierto misterio, se siente atraído por ella y Leonora es justo lo contrario de lo que deseaba: es valiente, cabezota, mandona y con carácter.
Si no les gustan las novelas eróticas fuertes como Cincuenta Sombras de Grey o No te escondo nada y prefieren las tradicionales, las de toda vida, este libro es el que buscan. Hay aventura, misterio, momentos divertidos y erotismo.
Respecto a la narración, la escritora nos cuenta la historia desde un narrador en tercera persona observador, por lo que sabremos lo que siente tanto Tristán como Leonora en todo momento.
En cuanto a los personajes secundarios son bastantes, aunque la historia se centra tanto en los protas que apenas sabremos demasiado de ellos. Eso sí, esta saga seguirá con los compañeros del protagonista, y hay uno, Charlie, que me ha llamado bastante, por lo que tengo muchas esperanzas puesta en las continuaciones.
La verdad es que el libro se lee en nada y la narración de la escritora es buena, ágil y divertida, y en cuanto a las escenas de cama, un poco cursi si comparamos con lo que está rompiendo en este género en la actualidad, pero en ningún caso aburrida. Aunque, para variar un poco, los protagonistas no son tan puritanos como para esperar a una boda para tener relaciones, lo que ciertamente me sorprendió gratamente.
Una novela que cumple con lo que se espera de una novela erótica acontecida en la época victoriana, con unos protas interesantes. Una historia entretenida y ágil que te hará disfrutar de una tarde de domingo. ¡Tengo ganas de seguir conociendo a los integrantes del Club Bastión!
-Daria lo que fuera por saber qué estás pensando.
Ella se rió y negó con la cabeza.
-Mis pensamientos son demasiado valiosos -demasiado peligrosos-.
-¿Cuánto?
-Más de lo que tú podrías pagar.
Cuando no le respondió inmediatamente, Leonora lo miró y él de devolvió la mirada.
-¿Estás segura?
[¡Agradecimientos a Esencia por el ejemplar!]
3 comentarios:
Oh, esta escritora me encanta! Me lo apuntoo! :D
@Alba la verdad es que sí ^^.
No pinta mal ;) Gracias por la reseña ^^
besitos<3
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