Si
me siguen por el Twitter sabrán que he estado muy ocupada con una
monografía para Español, así que el único libro que he podido leer es el
libro que me tuve que leer para dicho trabajo, por lo que aquí tienen
mi reseña ;)
A finales del siglo XV un viejo maestro flamenco introduce en uno de sus
cuadros, en forma de partida de ajedrez, la clave de un secreto que
pudo cambiar la historia de Europa.
Cinco siglos después, una joven restauradora de arte, un anticuario homosexual y un excéntrico jugador de ajedrez unen sus fuerzas para tratar de resolver el enigma. La investigación les conducirá a través de una apasionante pesquisa en la que los movimientos del juego irán abriendo las puertas de un misterio que acabará por envolver a todos sus protagonistas.
Cinco siglos después, una joven restauradora de arte, un anticuario homosexual y un excéntrico jugador de ajedrez unen sus fuerzas para tratar de resolver el enigma. La investigación les conducirá a través de una apasionante pesquisa en la que los movimientos del juego irán abriendo las puertas de un misterio que acabará por envolver a todos sus protagonistas.
Una historia perfectamente hilada que te engancha, pues necesitas saber la identidad del asesino. Sin embargo, aunque admito que es
una novela trepidante, que te obliga a terminar de leerla y descubrir
el misterio de la trama y que está extraordinariamente bien hecha,
encuentro varios aspectos criticables.
Primero,
por mucho que sea innegable que Arturo Pérez-Reverte posee un amplio
vocabulario de la lengua española, algunos lectores - entre los que
me incluyo - pueden, con el paso de las páginas, acabar encontrando
algo prepotente el uso de demasiadas palabras cultas en situaciones
en que los sentimientos o las circunstancias no permiten que sean
usadas, como en el enfrentamiento final de la historia - por
llamarlo de alguna forma, pues parecen estar debatiendo el final de
una película, en vez del origen de dos asesinatos-.
Segundo,
es evidente que son necesarias algunas jergas para la novela, sin
embargo, desde mi punto de vista, el uso de ellas es excesivo y
provoca que el lector se aburra por no conocer su significado o
incluso realice una lectura diagonal de esos pasajes, aunque hay que
reconocer que queda suplido de alguna forma con el resumen que al
final de esas conversaciones nos proporciona la protagonista, Julia.
Tercero,
las descripciones en los libros quedan muy bonitas, el problema es
que hay capítulos que están demasiado llenos de párrafos que
suenan muy bien, sí, pero que no dicen nada, y ocasionan que tu
atención se vaya a otro lugar.
A
pesar de todo lo mencionado anteriormente, es una novela interesante
que me ha atrapado y sorprendido en la mayoría de sus páginas. El
final jamás me lo hubiera imaginado así y debo admitir que no me
gustó para nada que el asesino fuera quien resultó ser, pero puede que sea eso lo fantástico de
la novela: el autor nos ha mantenido engañados durante todo el libro
y quizás ahí resida la maestría de Arturo Pérez-Reverte.
-Yo diría que, más que con el arte de la guerra, el ajedrez tiene mucho que ver con el arte del asesinato.
2 comentarios:
Es el típico libro que se conoce y se ve siempre, pero no termina de llamarme especialmente...
Besotes
No sabía nada del libro. Tengo muy pendiente a este autor, pero estoy seguro que comenzaré con otro libro.
¡Saludos!
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