¡Buenos días por la mañana! ¿Cómo va esa semana? Yo estoy deseando quitarme de encima ya la matrícula para la universidad. ¡¡Odio tanto papeleo!! Pero bueno, centrémonos. Hoy les traigo la reseña de la entrega que finaliza la trilogía de la escritora Lisa McMann, Huye.
Janie creía que lo sabía todo sobre su futuro. Y también creía que había hecho las paces consigo misma. Pero no podía arrastrar a Cabel con ella. Janie sabe que Cabel se irá con ella, a pesar de lo que ha visto en los sueños de él. Cabel es un ser asombroso, y ella es como un tren que está descarrilando. Así que Janie sabe que tiene que desaparecer si quiere que Cabel lleve la vida que se merece. Pero eso los matará a ambos. Entonces un desconocido entra en su vida y todo empieza a esclarecerse. El futuro al que una vez se enfrentó, ahora es un auténtico lio, y las decisiones que Janie tiene que tomar, mucho más letales de lo que se imaginó. Sin la ayuda de nadie, tendrá que elegir entre el menor de dos males. Y el tiempo se le está agotando...
Con Huye me llevé una pequeña decepción. Su anterior entrega, Teme, había hecho que me interesara más la historia de Janie y Cabel, pero este libro ha sido el más extraño de todos. Lleno de problemas, pesimismo, confusión, equívocos y misterios. Sí, entiendo muy bien por lo que sufre la prota, es lógica su respuesta ante el futuro, pero aún así es demasiado deprimente para mi gusto. De verdad, a veces parece que la escritora no quiere a sus protagonistas, les pone muchos obstáculos a la pareja y especialmente a la pobre Jamie, la sume en la miseria y el abismo emocional todo el tiempo. No ha sido el final que esperaba para esta saga y aunque es interesante y original la historia de esta trilogía, creo que no se la recomendaría a alguien. Al menos no a alguien tan sensible como yo que vive la historia como si fuera ella misma la prota. Y no quiero poner nada más, estoy segura que las personas que lo han leído entenderán a lo que me refiero. Sin duda, es mejor que lean hasta el segundo libro e imaginen el final a su gusto.
Piensa en Henry Feingold, el desconocido, su presunto padre. Muriéndose. Y por tercera vez en veinticuatro horas Janie desearía ser otra persona. Apoya la cabeza en el hombro de Cabel y cruza su brazo con el de él. Él se da la vuelta, la coloca sobre su regazo y se abrazan con fuerza porque no tienen a nadie más.
2 comentarios:
Pues lo dejé en Sueña, que me gustó mucho, pero me pareció un libro realmente extraño u--u A ver si me pongo con las continuaciones, pero si éste es tan malo como dices... no sé si dejar la saga en Teme.
PD: Me encanta el nuevo diseño :)
¡¡Hola!!
A mi este libro me gustó más que Sueña, pero menos que Teme. Es un libro que, aunque fue muy raro y pesimista, lo leí muy rápido y me gustó bastante. AUn así, coincido contigo en que no es una saga que se pueda recomendar a la ligera.
Besos.
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