Relato: Mi Primera Vez

-Nos encontramos otra semana más en este grupo de rehabilitación. El tema del día es: ¿Cómo fue vuestra primera vez?¿Por qué caísteis en la adicción? Bien, tomad asiento todos, como siempre, en círculo, y comencemos a hablar sobre el tema. ¿Quién quiere ser el primero?

Javier levantó tímidamente la mano, casi temblando, y pidió la palabra.

-Y... yo. Me gu... gustaría ser el primero en hablar-dijo con un fino hilo de voz, casi inaudible.

-¿Estás seguro, Javier?¿Crees que estás preparado para contarnos tu historia?

-S... sí-respondió.

-Bien, entonces. Ya sabes lo que tienes que hacer.

Javier se levantó. Las piernas le temblaban y le costaba estar en pie. Con decisión, comenzó a hablar.

-Mi primera vez fue en el instituto. Un chico hablaba continuamente de la sensación que dejaba cuando lo hacías. Y no pude resistirme. Le dije que me trajera uno y, al día siguiente, llegó al instituto y lo sacó de su mochila. Fue el primer libro que leí. Desde entonces quedé completamente enganchado a la lectura, hasta el punto de que engañaba a mis padres. Les pedía dinero para comprar chuches, pero en realidad me acercaba a la librería y compraba libros furtivamente. Había quedado atrapado completamente entre las páginas de los libros.

-Una pregunta, Javier. ¿Cuándo te diste cuenta de que realmente tenía un problema?¿Cuándo creíste que la lectura se había convertido en tu adicción?

-En el momento en que dejé de dormir. Cuando pasaba las noches en vela, en mi habitación, utilizando una linterna para poder leer. Era realmente preocupante. Aunque después hice un gran esfuerzo e intenté dejar de leer por un tiempo. Me había dado cuenta de que la literatura me estaba consumiento físicamente y tenía que dejarlo. Pero luego, luego...

-¿Qué pasó luego, Javier?

-Luego... apareció ella.

-¿Quién es ella?

-St... Stephanie Meyer. Un amigo me regaló un libro por mi cumpleaños. Se llamaba Crepúsculo. Aparentemente no parecía gran cosa. Yo creí que podría leerlo sin volver a recaer en mi adicción, pero estaba muy equivocado. Después de Crepúsculo vino Luna nueva, y después Eclipse... Había vuelto a caer, y esta vez era definitiva.

-Sé que es difícil hablar sobre esto, Javier. Fue una experiencia muy dolorosa en tu vida y aún te estás rehabilitando, pero demuestras una entereza y un valor admirables. Por favor, continúa con tu historia. ¿Qué pasó después?

-Mi librero me trajo un día el principio de una saga aparentemente inocente. Se llamaba Cazadores de Sombras. Después vino Vampire Academy, Traición, Medianoche... Estaba peor que nunca. Consumía casi un libro diario y no salía a la calle.

-¿Quién te tendió una mano en esos momentos?

-Eternidad. Gracias a ese horrible libro supe ver que no todo era la lectura y que tenía vida fuera de las páginas de los libros. Empecé a salir con amigos y, aunque no dejé de leer, sí que racioné la lectura. Y aquí estoy.

-Muy bien, Javier. Has sido muy fuerte contándonos tu historia. Ahora todos démosle un fuerte aplauso a nuestro querido compañero.

¿Te gustaría añadir algo más o quieres que pasemos directamente a otra persona?

-Me gustaría decir que leer está bien, pero en su justa medida. No hay que abusar de la lectura porque puede llegar a convertirse en un problema.

-Está entendido. Veamos, ¿quién quiere ser el siguiente...?

[...]

No sé a ustedes, pero a mí me encantó. Me reí mucho y me pareció bastante original. ¿Qué opinan?