Pulsaciones, de Francesc Miralles y Javier Ruescas

¡Buenas tardes! Aquí les traigo la reseña de un libro que esperaba con muuchas ganas pero que no ha acabado ser lo que me esperaba...

Comienza así...

Por favor, introduzca sus datos personales para inicar el programa de mensajería instantánea HeartBits.

Elia se acaba de despertar de un coma y está un poco perdida. Lo último que recuerda es un concierto y una frase:"No puedo devolverte la canción, pero puedo mostrarte cómo danzan los peces". Ahora que sus padres le han comprado un Smartphone, Elia por fin tiene acceso al Heartbits (un programa en la línea del WhatsApp) y lo s lectores somos testigos de todas sus conversaciones. Con la ayuda de su mejor amiga, Sue, Elia intentará recuperar los tres días que ha olvidado y, mientras tanto, conocerá a Tommy, un estadounidense que viene de intercambio a España; a Marion, una chica con media cara quemada que asiste a su terapia de grupo, y a Phoenix, un desconocido al que le encantan los aforismos.

En cuanto salió la noticia de que estos dos escritores españoles habían escrito una novela juntos, tuve ganas de leerla. Una vez se publicó, intenté no leer ni una soal reseña hasta que no lo catará yo. Sin embargo, por Twitter descubrí que estaba teniendo muy buenas críticas en la blogosfera, así que supongo que me creé ciertas expectaciones sin pretenderlo.

La novela está presentada de una manera que cada vez se está poniendo más de moda en la actualidad: lo que antaño eran novelas epistolares, ahora son novelas integradas por mensajes instantáneos de texto. Hemos leído decenas de novelas de este tipo últimamente, donde prima la interacción entre los personajes en lugar de las descripciones. Novelas como Donde termina el arco iris, Contra el viento del norte, Lovebook, etc. Pulsaciones se centra, en concreto, en una aplicación del móvil similar al famoso Whatsapp, llamado HeartBits, donde seremos testigos de las diversas conversaciones que mantiene la protagonista con sus familiares y amigos que la ayudarán a recordar esos tres días que el accidente borró de su memoria.

Elia, la protagonista de la historia, me ha parecido una joven decidida y un personaje creíble. El personaje misterioso, que cobra gran importancia en la historia ha sido lo que no me ha convencido para nada. Más que atraerme el halo de misterio que le rodeaba, me irritaba tanto secretismo y medias tintas. Aunque suelta alguna que otra frase que me hizo reflexionar...

«A veces confundimos querer estar solos con 

la necesidad de estar con la persona adecuada».

Y es que otro de los peros de la novela es el elemento sorpresa. El lector puede adivinar fácilmente los supuestos secretos de la trama. Es más, me parecía tan obvio que estaba convencida de que el final daría una vuelta de hoja a la trama que me dejaría con la boca abierta, pero no fue así.

No obstante, la novela también tiene sus cosas buenas, como son los personajes secundarios, que me encandilaron mucho más que los propios protagonistas: Sue, Marion, Tommy. En especial este último, que me conquistó desde el primer momento con su encantadora personalidad y con la relación que tiene con Sue. Incluso más que la propia pareja principal.

 

La forma de narrar y el lengua juvenil también hace que el lector se engache en seguida a la novela y, si juntamos eso con una tarde libre, la novela se te acaba en apenas tres horas, a lo sumo.

 

Asimismo, las frases del buda que encabezan cada capítulo me gustaron mucho. Este detalle me recordó bastante a otras novelas de Javier Ruescas, que suele hacer eso en sus novelas.

 

Que la novela sea autoconclusiva y tan corta también anima a leer la novela, aunque trae consigo sus limitaciones: los personajes principales resultan algo planos, faltos de profundidad. La historia de amor me parece algo precipitada y forzada, puesto que los protas comparten poco más que un par de citas (a las que no se les da la debida extensión) y tres o cuatro conversaciones, por lo que, al menos a mí, no me pareció creíble. Aunque eso depende del lector, porque conozco a varias personas a la que la historia les encantó y emocionó muchísimo.

En resumidas cuentas, Pulsaciones es una novela corta y sin pretenciones perfecta para leer una tarde de fin de semana o en largos recorridos en tren o autobús. La novela no ha sido lo que me imaginaba en un primer momento, quizá debido a que esperaba algo más de la unión de Francesc Miralles con Javier Ruescas. De todas formas, parece que soy la excepción de la regla, porque la gran mayoría de los blogueros parece no compartir mi opinión.

PHOENIX_13:31

Pero, aunque no sea nuestra voz,

me gusta pensar que en el fondo sí que somos

las palabras que escribimos,

por mucho que nos editemos a nosotros mismos

cuando sea necesario o nos dejemos llevar

por la alegría o la rabia del momento…

Además, siento que de esta forma

podemos llegar a decirnos cosas

que quizá no nos atreveríamos a revelar

si nos miráramos a los ojos. 

[¡Agradecimientos a SM por el ejemplar!]