Salvando a Francesca, de Melina Marchetta

Si son seguidores fieles sabrán que la novela que más me ha embrujado este año ha sido Finnikin de la roca (¡leedlo ya!), así que le envié un correo a la escritora diciéndole lo mucho que me había gustado su novela. Unos días después, para mi sorpresa, la escritora me escribió dándome las gracias y ofreciéndose para enviarme otra de sus novelas firmadas por ella (¡y en español!). Así que esa es la razón por la que hoy les traigo esta reseña.

Comienza así...

Esta mañana mi madre no se ha levantado de la cama.

La madre de Francesca Spinelli está enferma y no sale de la cama, y aunque su actitud dominante siempre la había agobiado un poco, sin su presencia todo parece desmoronase a su alrededor. En una encrucijada de su vida, a los dieciséis años, en un nuevo colegio, sin sus amigas de siempre y sin la menor idea de cómo tratar a los chicos, Francesca tiene que espabilarse por su cuenta, mientras desea con todas sus fuerzas que alguien venga a salvar a su familia y, de paso, a ella misma.

Por la sinopsis puede que parezca la típica hija afectada por la enfermedad de su madre (a primera vista nos puede llevar a pensar que es cáncer) pero nada que ver, no adolece de esto, tranquilos.

Si hay algo que me guste de esta escritora es el realismo que poseen sus novelas. Esta historia no va de superación o de enfrentar lo que te trae la vida sino, simple y llanamente, de la adolescencia de una chica: Francesca.

La novela está contada desde el punto de vista de Francesca, una joven que se ha criado en un colegio femenino y que de repente se encuentra en uno mixto, donde deberá relacionarse con esas bestias caóticas denominadas CHICOS. Además, por si fuera poco, no está con sus amigas de siempre y la fuerte y decidad de su madre no parece ella misma. Se pasa todo el día en la cama y apenas habla con su familia. Pero, ya se sabe: cuando se cierra una puerta...

Francesca nos hará soltar más de una carcajada a través de sus espontáneas y sinceras observaciones sobre las personas y las situaciones que la rodean. La verdad es que la pluma de la escritora refleja muy bien la mente de una chica de su edad.

Pero, si hay algo que me ha gustado más que esa brillante forma de narrarnos la novela, han sido los personajes secundarios: Thomas, Tara, Jimmy, Justine, Will, Luca... ¡Son tan normales pero tan carismáticos a la vez! Sin duda alguna, convierten una historia que puede ocurrirle a cualquiera en una realmente entrañable. ¡Especialmente Thomas, mi personaje favorito! Y se ve que la escritora supo ver su potencial, ¡ya que hay un libro dedicado por entero a este personaje! *_________*

Algo curioso es que, como me parecía tan extraño eso de los colegios femeninos o masculinos, a veces me daba la sensación de que era una historia acontecida en otra época, aunque recordaba que era de este siglo cuando nombraban, por ejemplo, el discman.

En resumidas cuentas, Salvando a Francesca no es una historia innovadora, sino una novela que cuenta la historia de una chica normal como tú o como yo, pero de una manera totalmente carismática y cercana que hace que cuando acabes la novela sientas cariño por una historia tan entrañable y, en ocasiones, divertida. ¡A mi apenas me ha durado tres días! +___+

Ir de campamento con chicos resulta una experiencia agotadora. Hay que estar en alerta constantemente. A los chicos, por ejemplo, les gusta enseñar sus cuerpos. Regresan de las duchas envueltos en una toalla y, o bien la abren cual exhibicionistas cuando te ven, o bien alguno de sus amigos se la arranca y tienen que echar a correr para recuperarla. Confieso que, en ocasiones, no saber cuándo aparecerá el próximo pene puede resultar traumático.