¡Miércoles de entrevista! (5): José Antonio Cotrina

¡Hola, queridos seguidores! Aquí vengo con la quinta entrega de entrevistas. En este caso, ustedes han sido los que, a través de la encuesta del blog, han decidido el autor que será hoy entrevistado...

Este escritor vasco ha ganado varios premios literarios de ciencia-ficción, pero sin duda lo conocerán por ser el autor de una de las mejores sagas fantásticas de nuestro país: El Ciclo de la Luna Roja y que sirvió a una servidora para adentrarse en un mundo perfectamente orquestado que la absorbió hace algunos veranos *____*.

Hace unos cuantos meses publicó su última novela,

La canción secreta del mundo, una maravilla escrita ya reseñada (y firmadita) que se encuentra en los primeros puestos de las recomendaciones de este blog. Y por ello he tenido que traerlo para hacerle una entrevista...

¡Muy buenas, José Antonio! Muchísimas gracias por cedernos la entrevista, ¡es un honor tenerle por aquí!

Gracias a vosotros por interesaros en lo que escribo. Siempre es un placer atender a los lectores.

Hace tiempo ya desde que terminaste la trilogía de El ciclo de la luna roja, ¿echas de menos a alguno de sus personajes? 

A todos. A los que sobrevivieron y a los que no. Aunque por supuesto en diferente grado, no es lo mismo el recuerdo que puede dejar dama Araña o Esmael que Alastor, el inmortal. Con estos personajes viví momentos inolvidables. Ha sido la primera vez que manejaba a tantos en una novela, la mayoría de entidad, con un peso real en la trama. Había ocasiones en las que sentía que estaba haciendo malabares con ellos. Fue una experiencia apasionante, abrumadora en muchos sentidos. Me divertí como nunca.

Si pudieras elegir a alguno de ellos para que se convirtiera en una persona real, ¿a quién elegirías?

No es un personaje en realidad, pero es que esta pregunta solo puede tener una respuesta: Rocavarancolia. La concepción de la ciudad fue el motor de la trilogía, lo que dio vida a toda la historia. No descubro ningún secreto cuando digo que siento una terrible fijación por los lugares extraños y, de todos los que he creado, Rocavarancolia es uno de los que estoy más orgulloso. El concepto de ciudad encantada siempre me ha apasionado, y el caso de esta ciudad es buen ejemplo de ello. Me encantaría que fuera real, me encantaría poder visitarla (la Rocavarancolia del final de la saga, no sobreviviría en la del principio). Al menos tengo la oportunidad de hacerlo en mi cabeza.

Hace un par de meses se publicó tu última novela, La canción secreta del mundo, ¿cómo llegó esa historia a tu cabeza?

Es una novela oscura que procede de tiempos oscuros. Estaba pasando una mala racha y todas las historias que se me ocurrían eran, para qué engañarnos, bastante siniestras. Una de ellas era una revisión en clave “Cotrina” del tradicional triángulo amoroso, con giros inesperados y una resolución, espero, sorprendente. También tenía claro que quería un protagonista feliz al que la llegada de lo extraordinario le trastocara por completo la existencia pero en sentido negativo. Fue una novela bastante dura de escribir, sobre todo determinados pasajes. Pero quedé muy contento con el resultado.

Uno de los personajes de la novela, ha aparecido en otras de tus novelas, ¿es posible que sepamos más de él en el futuro?

Délano Gris. Sí, apareció en Las fuentes perdidas, la primera novela larga ambientada en el universo entre líneas y también hizo un breve cameo en Lilith, el juicio de la Gorgona y la Sonrisa de Salgari. Era inevitable que saliera también aquí.  Pero su aparición no es gratuita, tiene sentido dentro del marco tanto de la historia del propio Délano como de la casa sin ventanas. Jugar con un universo común donde enmarcar mis obras me permite tomarme estas libertades: entrecruzar personajes y que las vidas (y muertes) de unos influyan en las de otros. Es algo que me encanta hacer. Y como mi intención es seguir haciéndolo, tarde o temprano habrá más historias con Délano Gris, ya sea de protagonista o como secundario.

Hemos leído por ahí que estabas terminando una nueva novela, ¿nos puedes contar algo sobre ella?

Es una novela escrita a cuatro a manos, en colaboración con Gabriella Campbell, una obra de ciencia ficción en la que los sueños tienen una gran importancia. Poco se puede decir de ella de momento, más allá de que ya está terminada y que ahora mismo estamos corrigiéndola. Si todo va bien saldrá editada en el primer semestre del año que viene. 

¿Hay alguna canción que te recuerde a La canción secreta del mundo?

Una pregunta complicada. La canción secreta del mundo bebe de mil canciones diferentes, de mil sensaciones y sentimientos, es imposible de acotar porque se mueve y está viva. La canción secreta del mundo es lo que da sentido a la realidad, lo que vertebra al mundo y lo hace avanzar. No hay ninguna canción que pueda señalar, pero de existir, de tener verdadera forma musical, probablemente, la cantaría Nick Cave,  PJ Harvey o Johnny Cash, y sería una de esas canciones melancólicas, in crescendo, de esas en las que a medida que avanza se le van sumando instrumentos y voces.

¿Tienes alguna manía o ceremonia a la hora de escribir? ¿Escribes con música de fondo?

No muchas, más allá de escribir casi siempre con música. No tengo una hora fija para ponerme frente al teclado, cualquier momento del día es bueno para mí. Sí considero que es importante ser constante y escribir todos los días. Da igual que esté enfermo o de viaje, siempre saco tiempo para escribir aunque sean unas palabras. Creo que más allá de eso no tengo ninguna excentricidad reseñable a la hora de escribir.

¿Comienzas a escribir la novela siguiente un esquema hecho anteriormente o dejas que la inspiración y la improvisación fluyan?

Utilizo un sistema mixto. Siempre tengo un esquema en la cabeza de la dirección que va a seguir la historia, una especie de bosquejo mental al que siempre ando dando vueltas, acomodando cosas aquí y allá, haciendo probaturas a ver cómo funciona la trama si añado tal elemento o giro argumental. Siempre tengo muy claro los puntos climáticos de la obra, sé cuáles van a ser las escenas más dramáticas mucho antes de escribirlas. Y siempre dejo margen para la inspiración, para esas sacudidas mágicas que hacen que, de pronto, una historia se convierta en algo completamente distinto a lo que habías pensado.

Tus personajes suelen sufrir bastante, ¿no te sientes a veces un poco apenado o mezquino cuando los matas?

Mezquino, no; apenado…, bueno, depende del personaje y cómo haya sido su trayecto a lo largo de la novela. No es lo mismo acabar con el villano de turno que con un personaje inocente que siempre ha intentado hacer lo correcto y que además me cae bien. En el segundo caso suelo sufrir con sus muertes, es inevitable. Son mis personajes. Y duele cuando la historia te los mata. Y es así como tiene que ser. Si un escritor no se estremece al escribir una escena dramática, ¿cómo vas a conseguir que se estremezca el lector?

Sabemos que tras todo buen escritor hay un buen lector, ¿cuál ha sido el libro que más te ha impactado?

La historia interminable de Michael Ende. Leerlo fue una de esas experiencias que te cambian la vida, leerlo fue darme cuenta que yo quería contar historias a los demás, historias mágicas de mundos imposibles.  En ello estoy.

Muchísimas gracias por prestarnos un poco de tu tiempo para la entrevista, ¡te deseamos mucha suerte en tus próximas novelas, aunque sabemos que no la necesitas! :)

Gracias a vosotros. Ha sido un placer contestar a vuestras preguntas.